El término transgénero se refiere a “individuos quienes transitoria o persistentemente se identifican con un género diferente a su género natal” mientras que “cisgénero”se refiere a las personas cuya identidad de género coincide con su sexo al nacer.
Casi un tercio de los individuos transgénero en EUA padecen obesidad y muchos de ellos buscan la cirugía bariátrica como un medio para perder peso de manera sostenida. Los individuos transgéneros, como los pacientes bariátricos, tienen altas tasas de patología en lo que se refiere al estado de ánimo, el uso de sustancias, el abuso y comportamiento autodestructivo.
De acuerdo a una encuesta en EUA, aunque la tasa de obesidad es similar entre cisgénero y transgénero, menos del 1% de los individuos que buscan cirugía se identifican como lesbiana, gay, bisexual o transgénero (LGTB)
Si se considera el incremento impresionante de individuos obesos y, por lo tanto, en las cirugía bariátrica, se espera que haya aumento en la prevalencia de individuos transgénero que busquen cirugía para perder peso.
Manejo hormonal
Para las personas transgénero que desean aumentar su expresión de género habitualmente el tratamiento médico implica la utilización de terapia hormonal y/o modificaciones quirúrgicas para mejorar la feminización o masculinización de las características corporales.
Se ha demostrado que la calidad de vida es mayor entre las personas transgénero que reciben terapia hormonal que entre las que no reciben este tipo de terapia. Del mismo modo, la cirugía bariátrica parece contribuir a mejorar la calidad de vida relacionada con la salud física y mental, y podría mejorar aún más la calidad de vida de las personas transgénero con obesidad grave.
Sin embargo, es importante comprender como el manejo hormonal de las personas transgénero puede afectar no solo la calidad de vida, sino también factores adicionales relacionados con la cirugía bariátrica en si.
Se presentan varios riesgos potenciales cuando se utilizan terapias hormonales. Desde una perspectiva médica, quienes reciben hormonas feminizantes, como el estrógeno, probablemente tengan un mayor riesgo de enfermedad tromboembólica venosa, cálculos biliares, enzimas hepáticas elevadas, aumento de peso e hipertrigliceridemia. También existe un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular entre las personas mayores.
Con hormonas masculinizantes, como la testosterona, existe el riesgo de policitemia, aumento de peso, acné, calvicie y apnea del sueño. Además, ambos tipos de terapia hormonal conllevan un riesgo de aumento de peso, lo cual es necesario considerar con respecto a la cirugía bariátrica, ya que puede limitar el éxito de la cirugía bariátrica al afectar negativamente el resultado en perdida de peso.
Desde una perspectiva psiquiátrica, la testosterona exógena también conlleva potencialmente el riesgo de aumentar los síntomas hipomaníacos, maníacos o psicóticos. Es importante considerar los factores etiológicos, como si un individuo en terapia con testosterona experimentó cambios de humor o psicosis antes o después de comenzar la terapia hormonal, ya que esto puede orientar al especialista sobre las recomendaciones del tratamiento con medicamentos psicotrópicos y afectar la aprobación psicológica para la cirugía bariátrica.
Asimismo, la naturaleza mal absortiva de algunos procedimientos bariátricos como el bypass gástrico en Y de Roux, puede afectar la absorción posquirúrgica de hormonas, como se ha demostrado para los anticonceptivos orales. Las personas transgéneros deben recibir instrucción sobre los riesgos que la terapia hormonal podría tener sobre el estado de ánimo, la pérdida de peso posquirúrgica y las posibles tasas de absorción de medicamentos u hormonas.
Además de ser conscientes de las diferencias en los factores de riesgo psicosocial entre las personas transgénero y cisgénero, es fundamental que los proveedores reconozcan otras formas en las que el cuidado de las personas transgéneros son únicas. En particular, las preocupaciones sobre el estigma de ser transgénero pueden limitar la medida en que las personas buscan atención médica.
En comparación con las personas cisgénero, es más probable que los pacientes transgéneros retrasen la atención y experimenten un trato hostil por parte de sus proveedores de atención médica. De manera similar, las personas con obesidad experimentan el estigma de los proveedores de atención médica, lo que, combinado con el estigma asociado con las personas transgénero, puede agravar aún más los comportamientos de búsqueda de tratamiento médico.
Para facilitar la atención de afirmación trans, se recomienda que los médicos destaquen la confidencialidad, utilicen un lenguaje de afirmación de género que esté alineado con las preferencias del individuo y establezcan claramente su función clínica y el propósito de la evaluación. Entre las personas LGBT, recientes investigaciones han encontrado que las habilidades interpersonales del proveedor de atención médica como ser “respetuoso, honesto, sin prejuicios, solidario y amigable”, se encuentran entre las cualidades más valoradas, clasificándose como más importantes que el nivel de experiencia del proveedor que trabaja con jóvenes LGBT.
Comprender los factores de riesgo psicosociales y la necesidad de procurar una evaluación integral a través de una atención empática en un ambiente de reafirmación trans es fundamental para evaluar la preparación prequirúrgica y, con suerte, estos factores pueden ayudar a facilitar el éxito posoperatorio.
Comentarios finales: un enfoque colaborativo multidisciplinario puede ayudar a optimizar la atención de las personas transgénero que buscan una cirugía bariátrica. Se necesita una investigación que examine específicamente las características de las personas transgéneros, incluidas las que están considerando una cirugía bariátrica y las que ya se han sometido a una, ya que se vaticina un aumento sustancial de personas transgénero que buscan cirugía bariátrica.
También se necesita una investigación futura para abordar como los factores de riesgo prequirúrgicos afectan el éxito posquirúrgico en esta población específica.
La población LGTB es una comunidad en crecimiento que enfrenta numerosas disparidades en la atención médica. Es imperativo el conocer más a fondo la importancia de esta población para así mejorar las intervenciones sanitarias.
Dentro del ámbito de la cirugía bariátrica, se sugiere encarecidamente que los programas bariátricos brinden a los pacientes la oportunidad de autoidentificar su orientación sexual, así como su identidad de género, con la esperanza de que esto pueda establecer mejores relaciones entre los pacientes y su equipo de atención médica bariátrica.
Esperamos que el ayudar a los proveedores de atención médica en el proceso de evaluación psicológica prequirúrgica favorezca un mayor acceso y éxito quirúrgico para las personas transgénero que buscan la cirugía bariátrica como el medio de mejorar su calidad de vida.
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