¿Cómo afecta la dieta a la enfermedad por reflujo gastroesofágico?

La enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) ocurren cuando el ácido del estómago regresa al esófago; comúnmente causan síntomas como: acidez, una sensación dolorosa y ardiente en la mitad del pecho, detrás del músculo del esternón, que se eleva desde la punta inferior del esternón hacia la garganta y posiblemente hasta la parte posterior de las vías respiratorias nasales, conocido como Reflujo Laringofarínbeo (LPR).

El proceso es el siguiente: la comida viaja desde la boca, baja por el esófago y llega al estómago. Un anillo de músculo en la parte inferior del esófago, el Esfínter Esofágico Inferior (EEI), se contrae para evitar que el contenido ácido del estómago “refluya” o regrese al esófago. En aquellos paciente con ERGE, El EEI no se cierra adecuadamente, lo que permite que el ácido y otras substancias del tracto digestivo se muevan hacia arriba, el esófago.

Cualquier persona puede manifestar ERGE, mujeres, hombres, bebés o niños pueden padecer este trastorno. Las personas con sobrepeso y las mujeres embarazadas son especialmente susceptibles causado por la presión sobre el estómago.

Otros síntomas que algunos pacientes presentan también son: ronquera, dificultad para tragar, carraspeo y dificultad con la sensación de secreción de la parte posterior de la nariz (goteo posnasal). Algunos pueden tener dificultad para respirar si la laringe se ve afectada. Muchos pacientes con LPR no experimentan acidez estomacal.

Recomendaciones dietéticas apropiadas para la ERGE

Para el manejo terapéutico de la ERGE se incluyen varias regímenes higiénico-dietéticas que han comprobado ser provechosas para reducir los síntomas de reflujo:

  • Inhibidores de la bomba de protones.
  • La pérdida de peso.
  • Elevar la cabecera de la cama.
  • Dejar un intervalo de 2 a 3 horas entre las comidas y la hora de acostarse.
  • No tomar alcohol.
  • Dejar de fumar.
  • Use ropa holgada.

La obesidad y la dieta

Estas dos situaciones juegan también una participación muy trascendente en la manifestación de los síntomas de la ERGE. Un porcentaje muy significativo de pacientes con ERGE distinguen al menos un alimento asociado a sus síntomas de reflujo y deben identifican cualquier otro lo alimentos que puediera originar sus síntomas, que no necesariamente se encuentra evidencia en la literatura. Ciertos alimentos pueden contribuir a la ERGE, como:

  • Frutas cítricas.
  • Chocolate.
  • Bebidas con cafeína.
  • Alimentos grasos y fritos.
  • Ajo y cebolla.
  • Aromas de menta (especialmente menta piperita).
  • Comida picante.
  • Alimentos a base de tomate, como salsa de espagueti, chile y pizza.
  • Bebidas carbonatadas.

¿Cómo la Ingesta Calórica y Contenido Lipídico afecta la fisiología esofagogástrica?

Varios estudios han establecido una correlación entre el consumo de grasas saturadas y la presencia de síntomas de ERGE.

  • Reduce el tono del Esfínter Esofágico Inferior (EEI).
  • Aumenta el número de relajaciones transitorias del EEI (TLESR), que son inducidas por la distensión y la relajación del estómago proximal.

Estos consecuencias se presentan por la estimulación aferente vagal y el estiramiento de los mecanorreceptores de la pared fúndica, influenciados por efectos de neuropéptidos como la colecistoquinina (CCK), que se libera en presencia de lípidos en la luz duodenal, razón por la cua se le debe dar una atención especial a la ingesta calórica y el contenido lipídico.

Una comida alta en calorías ralentiza el vaciado gástrico, prolongándose de esta forma, la distensión gástrica, disminuyendo el tono del EEI y se favorece la presencia de TLESR. Diversos investigaciones han destacado que a una ingesta calórica equivalente, la composición lipídica no tiene ningún impacto en el tono del EEI y en el número de TLESR en pacientes sanos o con ERGE.

No obstante, con una ingesta calórica equivalente y, por lo tanto, una exposición ácida equivalente, la presencia de lípidos en la comida aumenta la sensación de reflujo. Este efecto se explica por la hipersensibilidad al reflujo causado por los lípidos, por la liberación endógena de CCK y su intervención sobre las aferencias vagales. Esta consecuencia la podemos percibir en los síntomas de la Dispepsia Funcional.

El papel de los carbohidratos.

Mientras que el integrante proteico de una comida tiene escasa repercusión en la fisiología esofagogástrica, los carbohidratos sí causan efectos sobre la motilidad esofagogástrica, causados por sus productos de fermentación, principalmente los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que se sintetizan en el colon.

La dieta occidental típica ha contribuido en una ingesta desmedida de azúcares simples, como promedio 140gr al día; este aumento desproporcionado en el consumo de estos azucares se presenta en paralelo al aumento y prevalencia de la ERGE.

Los efectos de la fermentación colonica tienen un crecimiento significativo en la relajación de la parte baja del esófago, incrementando significativamente los episodios de reflujo, la exposición al ácido esofajal y los síntomas de ERGE.

No está claro si la motilidad LES está afectada por la exposición a carbohidratos no absorbidos en los pacientes. La mezcla de oligosacáridos que consisten en glucosa asociada a diferente unidades de fructosa.

Además, en pacientes con ERGE, el suplemento de prebióticos (fructooligosacáridos) al contenido de la comida aumenta el número de TLESR, el reflujo ácido y los síntomas al amplificar la fermentación colónica y la producción de AGCC.

Diferentes estudios han valorado las dietas bajas en carbohidratos en la ERGE.

  • Un estudio de tan solo ocho pacientes con obesidad mórbida con una ingesta muy baja en carbohidratos, detectó beneficios sobre los síntomas y la exposición al ácido esofágico en las pruebas de sonda de pH.
  • Un estudio aleatorio de 31 pacientes con ERGE refractaria no encontró diferencias significativas entre una dieta baja en oligonucleóticos, disacáridos, monosacaridos y polioles fermentados y el consejo dietético habitual.
  • Un estudio estadounidense reciente de 95 veteranos encontró una mejora en el pH en el grupo que disminuyo los azúcares simples, pero una mejora sintomática en todos los grupos, que restringió el consumo de azúcar en general.
  • Estudios poblacionales sobre el café y el té contienen resultados contrarios. Un estudio reciente de 48,000 enfermeras sin ERGE fundamentado concluyó que el consumo de café, té, o refrescos al menos una vez por semana, agravaba el probabilidad del síntomas de reflujo en casi un 30%, mientras que el agua, la leche o el jugo de frutas no tenían efecto alguno. Por otra parte, la ingesta de bebidas carbonatadas tampoco parece incrementar el riesgo de ERGE.
  • Cuando se estudia el consumo de alcohol como factor de riesgo para la ERGE, los datos epidemiológicos no conceden una conclusión evidente. La mayoría de los estudios no han encontrado un vínculo significativo, un hallazgo confirmado analizados en multiples publicaciones recientes.

Podemos concluir que de acuerdo a estos estudios, «las comidas altas en calorías, ricas en grasas o hidratos de carbono, conllevan a la manifestación de incidencias de reflujo y su percepción; por lo tanto, es necesario recomendar dietas bajas en grasas e hidratos de carbono».

CONCLUCIONES: la obesidad favorece a la ERGE al impulsar el aumento de la presión abdominal y las limitaciones en la unión esofagogástrica. Un estudio de manometría de alta resolución proporcionó pruebas sólidas de este proceso. En general, el riesgo relativo de ERGE sintomática con obesidad es de 2-3 en comparación con el índice de masa corporal (IMC) normal, con un aumento lineal según el IMC.

En el caso de dejar sin tratamiento al paciente, puede causar una inflamación del esófago (esofagitis), la cual incrementa el riesgo de desarrollar células precancerosas en el esófago. Aunque la mayoría de los pacientes con ERGE responden a una incorporación de cambios en el estilo de vida y medicamentos apropiados, ocasionalmente, se recomienda la cirugía.

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